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Fri, 21 Jun 2019 in AMV Antonio María Valencia
Propuesta metodológica de canto infantil con base en canciones tradicionales del suroccidente colombiano
Resumen
Esta propuesta parte de una investigación inscrita en el campo de la pedagogía, presenta una caracterización de las voces infantiles, plantea sugerencias metodológicas generales para orientar las prácticas de canto y sugiere una recopilación de canciones tradicionales del suroccidente colombiano que se ajusten a la caracterización de las voces, teniendo en cuenta la edad de los niños. A través de este material, se pretende ofrecer una guía general de trabajo con niños entre los cuatro y los ocho años en cuanto a los aspectos técnicos del canto. No contiene procedimientos paso a paso ni constituye un método estricto y riguroso a seguir en cuanto a los procesos, toda vez que cada grupo y cada contexto son únicos y es tarea del docente observar y conocer el grupo de niños con quienes va a trabajar, para poder establecer un plan de trabajo acorde con las necesidades y las condiciones observadas. Es de resaltar que sí se establece una diferencia en cuanto a la extensión sonora en los repertorios de canciones que podrá ir aumentando de acuerdo a las edades y a los desarrollos vocales. Es importante establecer que la literatura sobre el desarrollo vocal y el canto infantil desde la primera infancia es escasa y muy general y cada uno de los textos encontrados hace propuestas centrados en diferentes aspectos, por lo cual se decidió compartir en este escrito, algunas de las propuestas más relevantes, en relación con los objetivos planteados.
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Introducción
El canto es una de las primeras manifestaciones musicales del ser humano y la voz nuestro primer instrumento y el que nos acompañará durante toda la vida. Desde los primeros meses y antes de hablar, los niños se expresan y comunican a través de sonidos que poco a poco se convierten en palabras, pequeñas melodías inventadas y canciones aprendidas en su entorno.
Por tradición estas canciones se han transmitido a través de la familia, y han sido los adultos cercanos quienes comparten las costumbres, la cultura y el canto con los pequeños. En esa medida la familia desempeña un papel importante en la actitud de los niños hacia el canto y en sus desarrollos vocales.
Sin embargo, en la actualidad se puede reconocer que las actividades familiares han cambiado y que en su mayoría los adultos de una familia deben trabajar, quedando los niños al cuidado de personas más jóvenes o de instituciones, situación que produce un corte en la transmisión de canciones tradicionales y en la práctica del canto desde las primeras edades.
Sumado a lo anterior, encontramos que los medios de comunicación, salvo algunas excepciones como las emisoras universitarias o culturales, no favorecen la difusión de canciones tradicionales, quedando los niños expuestos en la mayoría de los casos a las músicas comerciales, que están pensadas desde las melodías y los textos, para ser cantadas por adultos, que desconocen el aspecto cultural regional y no favorecen el desarrollo vocal adecuado para los niños, causando además que los niños y los jóvenes pierdan la conexión a través de la música con sus tradiciones. Un ejemplo de la situación descrita se presentó durante las pruebas de admisión a los programas de Educación musical básica del Instituto Departamental de Bellas Artes, realizadas durante varios años, con niños entre los seis y los ocho años, en las que se pudo reconocer que la afinación al cantar y el repertorio de canciones que manejan no incluye canciones tradicionales, no es adecuado a sus edades ni acorde a su desarrollo vocal.
El compositor, investigador y pedagogo húngaro, Zoltán Kodály, considera la canción como la base del aprendizaje musical en la infancia y resalta la importancia de la música tradicional en este proceso ya que favorece con temas y fragmentos sonoros, escuchados desde el momento del nacimiento, que son cantados o tocados por sus padres o por las personas de su entorno, práctica que además fortalece su sentido de identidad y pertenencia (Almarche Noguera, 2012).
Cabe decir que la práctica adecuada del canto infantil desde la primera infancia, no está encaminada solo a la formación musical, sino que además ayuda a mejorar el habla, los procesos de socialización, la escucha y la memoria, a fortalecer el respeto por el otro desde el reconocimiento de manifestaciones culturales diversas y favorece su expresión desde lo sonoro. El canto además, contribuye al desarrollo de la inteligencia emocional, la autoestima, la motivación y la autonomía (Tobar, 2014).
¿Qué es la primera infancia?
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La Organización Mundial de la Salud plantea que la primera infancia se puede delimitar entre el período prenatal hasta los ocho años y es la etapa donde se da el mayor desarrollo cerebral del ser humano, por lo cual es fundamental proporcionar una estimulación adecuada, sobre todo durante los tres primeros años de vida, etapa en la que el cerebro de un niño es más sensible a las influencias del entorno exterior. Un adecuado desarrollo cerebral afecta positivamente el desarrollo cognitivo, social y emocional, que contribuye a que cada niño o niña alcance su potencial. (Stark, 2012).
Como plantea Sergio Triviño Rey (2017), antropólogo y músico bogotano, las experiencias musicales en la primera infancia representan la posibilidad de explorar, entender y comunicar el mundo de una manera diferente. Y las experiencias musicales en esta etapa, deben estar dadas desde todos los ámbitos de vida en que se mueven los niños, a través de arrullos, canciones de cuna, juegos musicales, entre otras, que tendrán un gran impacto en las relaciones afectivas y familiares, en el desarrollo de habilidades comunicativas verbales y no verbales, en el desarrollo de habilidades motoras y el fortalecimiento cognitivo.
La educación musical en la primera infancia
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Fotografía de thedanw, Tomado de: https://pixabay.com/...u-gar-xil%C3%B3fono-818459/
Para esta etapa de desarrollo se considera de vital importancia abordar en la educación musical los siguientes cinco aspectos (Ángel, 2015) Educación vocal, Educación rítmica Educación auditiva o perceptiva, Expresión corporal y Creación e improvisación. La canción es el elemento que agrupa y permite desarrollar todos los aspectos, ya que a través de una canción podemos educar la voz, realizar prácticas rítmicas, actividad de reconocimiento y discriminación auditiva de alturas, duración, intensidad, actividades de movimiento y expresión corporal a partir de los sonidos y los textos y actividades de creación con base en las canciones aprendidas.
Por todo lo anterior y con el propósito de contribuir al desarrollo de una práctica de canto adecuada para los niños que hacen parte de los diferentes programas que ofrece la institución en educación musical infantil entre los cuatro y los ocho años, se plantea esta Propuesta Metodológica de Canto Infantil.
Caracterización de las voces infantiles hasta los ocho años
A continuación se expondrán los conceptos que proponen diferentes autores acerca del desarrollo y la extensión de la voz infantil.
La fonoaudióloga Clara Aponte G., egresada y docente de las áreas de lenguaje, voz y habla de la Escuela Colombiana de Rehabilitación, plantea cinco etapas para el desarrollo de la voz que son (ver Tabla 1):
Tabla 1. Etapas del desarrollo
Fuente: Aponte, 2018
Aponte postula que la función vocal de la laringe de un niño comienza desde el nacimiento. Según Verhulst, (1987 en Aponte, 2018) en el momento del nacimiento, la laringe tiene un tamaño aproximado de un tercio de la laringe de una mujer adulta, los pliegues vocales miden aproximadamente 4.5 a 5 milímetros. Entre los cuatro y los seis años la extensión es inferior a una octava. Según Woisard et al. (1996) citado en Aponte (2018), a los siete años la frecuencia fundamental, es de 295 Hz (la2) para las niñas y 268 Hz (sol2) para los niños, estableciéndose así una diferencia entre la voz de la niña y la del niño. Hacia los ocho años, la voz cantada se extiende a dos octavas aproximadamente. La constitución de la voz, depende ciertamente de la anatomía de la laringe y de los resonadores. También existen otros factores (en el desarrollo de la voz) que vale la pena mencionar como son: hereditarios, genéticos, culturales, de temperamento y personalidad. (Aponte, 2002)
Cuando se habla de los sonidos la2 o sol2, es en referencia a los sonidos del piano, toda vez que en él se pueden encontrar varias veces los sonidos de la escala musical y el sonido del centro del piano que es el do central, también se reconoce como Do3, permitiendo enumerar los demás sonidos de acuerdo a su ubicación en el piano.
En concordancia con lo anterior, la fonoaudióloga Marina Peña, de la Universidad Nacional de la Plata, en su estudio de caso Desarrollo melódico y habilidades constructivas en el canto infantil, retoma lo planteado por Vihman y Welsh:
El tracto vocal infantil no es una versión en miniatura (del propio) del adulto (Vihman, 1996), sino que es más corto en general y tiene una menor orientación hacia el ángulo derecho. Los tamaños relativos de sus componentes (tales como faringe) son diferentes y la musculatura intrínseca está poco desarrollada (tal como las cuerdas vocales). Como resultado de ello el movimiento de la lengua está más contraído y los sonidos vocales son menos diversos. (Welch, 2004, citado por Peña, 2010, p. 7).
Complementando las afirmaciones anteriores, el doctor en Musicología y docente de la Universidad de Cádiz, Marcelo Díez Martínez, en su artículo, Las voces infantiles. Extensión y Tesitura en niños de 7 a 14 años (s.f.) proporciona la siguiente información sobre las voces infantiles
Tabla 2. Tesituras infantiles por edades
Fuente: Díez Martínez (1996)
El término rango se refiere a la cantidad de sonidos que puede abarcar un niño con su voz cantada de forma cómoda, (en el lenguaje musical se le da el nombre de tesitura), dependiendo de la edad y de su desarrollo físico. Por ejemplo, cuando se habla de rango de quinta para la edad de cuatro años, quiere decir que los sonidos que aproximadamente pueden cantar afinados son la2, si2, do3, re3 y mi3, entendiendo el do3 como el do central del piano acústico.
Finalmente, la reconocida pedagoga musical e investigadora española, Pilar Pascual Mejía, (2010), plantea que el desarrollo de la voz infantil es variable y que de forma aproximada a partir de los cuatro años se pueden encontrar tres clases de voces infantiles con las siguientes extensiones (ver Figura 1):
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Propuestas de canto infantil de diferentes pedagogos
Para Kurt Pahlen (1961), austríaco, escritor, compositor y director de orquesta, la música no es una asignatura sino parte de la vida misma y el día de los niños debe comenzar con un canto. El maestro debe cantar con los niños a diario canciones infantiles y melodías folclóricas de su entorno. Las canciones deben ser atractivas y propias para cada edad, “cada edad tiene sus cantos”.
Para Pahlen, es importante que el maestro estudie y conozca los procesos anatómicos y fisiológicos del proceso de producción de la voz hablada y cantada. Afirma que la respiración adecuada es la base para el canto, es la función primordial del cuerpo humano y ayuda a la relajación. Plantea que los ejercicios a realizar con los niños deben ser básicamente de respiración, dicción y articulación, respetando la emisión natural de la voz de los niños sin forzarla1 .
Sostiene que los maestros cometen grandes errores al escoger canciones que sean del agrado de los niños, en enseñar cantos que sobrepasen su horizonte musical y espiritual, y en elegir canciones para hacer “lucir” a los estudiantes, es decir, sin tener en cuenta los desarrollos propios de su edad. Asevera que “el canto infantil es para los niños, no para el público”, asimismo, que el maestro debe elegir cantos de acuerdo al estado físico, emocional y espiritual de sus alumnos, teniendo en cuenta, además, el espacio y el contexto en el que viven.
El maestro ha de hacer de cada canción que enseña, una experiencia viva. La letra y el contenido poético han de adquirir realidad, vida, importancia. El niño ha de sentir la letra y sentir la melodía, cada una por separado y luego las dos combinadas como unidad. El maestro debe tener tanta fantasía como para hacer interpretar cada canción por medio de juegos, dibujos cuentos, etc. (Pahlen, 1961, p. 14).
Por otro lado, en cuanto a los contenidos melódicos y musicales del canto infantil, en el libro Guía para la práctica de música para niños de Carl Orff (Graetzer y Yepes, 1983) se expone que:
Las primeras melodías están por lo tanto estructuradas solamente con dos sonidos: […] el intervalo más sencillo, la tercera menor descendente (de invariable presencia en las canciones infantiles de todo el mundo). Muy gradualmente y sin esfuerzo alguno, aparecen el tercero, cuarto y quinto sonidos, que posibilitan el manejo de repertorio de canciones pentatónicas que Orff considera particularmente accesibles para los niños. (p.11)
Escala que según Orff, favorece la creatividad y la improvisación, actividades que deben estar enmarcadas dentro del juego.
El orden en que se plantea la integración de los sonidos en este libro son:
  • Sol-mi
  • La-sol-mi
  • La-sol-mi-do
  • La-sol-mi-re-do
  • La-sol-mi-re-do-fa-si
Según el texto, el inicio del trabajo vocal está sugerido para niños a partir de los cinco años, edad en la que se vinculaban al jardín de infantes en la época en que fue escrito. Sin embargo, este proceso en la actualidad comienza antes, ya que los niños inician su asistencia a instituciones educativas desde edades tempranas, lo que incide directamente en el desarrollo vocal que se da en la escuela.
De igual forma se encuentra que la secuencia pedagógica en el Método Kodály está basada en el desarrollo de los niños y su experiencia musical previa y la experiencia que van adquiriendo de acuerdo con su entorno sonoro en cada etapa de su desarrollo. La secuencia melódica inicia con:
El intervalo de tercera menor (Mi-Sol), seguido de La, conformando los grados 3, 5 y 6 de la escala mayor y que son una constante en las canciones que el niño canta en las primeras etapas de su desarrollo.
Posteriormente se introduce el primer grado (Do), la nota fundamental de la escala mayor y los intervalos que se forman con Mi (tercera mayor), Sol (Quinta Justa) y La (Sexta mayor). Por último, se introduce Re para formar la escala pentatónica mayor, la cual también está presente en muchas canciones infantiles. (Guzmán Borda, 2014, p. 11).
Kodály afirma que la música tradicional o música folclórica, posee gran riqueza melódica y rítmica; el repertorio de música tradicional es fundamental para el desarrollo de diferentes habilidades rítmicas y melódicas en la iniciación del solfeo y la enseñanza de la música vocal, sirviendo como medio para incentivar el conocimiento de la cultura musical propia de una región o de un país, por lo cual, propone la práctica del canto infantil a partir de los cantos tradicionales. En esta línea de pensamiento, el maestro Alejandro Zuleta en Colombia adaptó el método Kodály, para ello recopiló un significativo número de canciones populares infantiles y folclóricas, desarrollando una propuesta en varios libros, con el propósito de fortalecer el canto infantil, planteamiento que además es el punto de partida de este trabajo.
Como se puede observar, los tres pedagogos mencionados coinciden en que las canciones deben ir de acuerdo al desarrollo de los niños. Orff y Kodály (1969 y 1965) exponen que los sonidos entonados se deben presentar de forma paulatina, coincidiendo con lo que sostienen los fonoaudiólogos consultados, acerca de la extensión de la voz, la cual se va ampliando también de forma paulatina.
En relación con los aspectos técnicos de la práctica del canto infantil, Madeleine Mansion, reconocida cantante lírica y pedagoga francesa, planteó la importancia de la educación vocal básica para los niños, a través de un escrito que presentó al Congreso Internacional de Canto en 1937, sobre la necesidad de la enseñanza de la técnica vocal a los niños. En su libro El estudio del canto, método para la técnica de la voz hablada y cantada, (Mansion, 1937), afirma acerca del canto infantil que los niños deben aprender técnica vocal y que la misma debe ser incluida en la educación como otra asignatura más del plan de estudios, ya que ellos deben ser capaces de entender cómo cantar de forma adecuada desde la infancia.
Consideraciones generales sobre las prácticas de canto infantil
Es fundamental establecer que en ninguno de los textos y autores consultados durante el desarrollo de la investigación previa, se propone una práctica rigurosa de técnica vocal para estas edades ni por etapas, ya que las voces están en proceso de desarrollo y no deben ser forzadas por razones que se explican en este artículo. No se encontraron estudios o propuestas que estén orientadas hacia la práctica del canto en la Primera Infancia salvo lo propuesto por la maestra Blanca Perla Carrasco Sánchez para educación preescolar que comienza a partir de los cinco o seis años. Tampoco se plantea una secuencia lineal en cuanto a las prácticas de canto y las canciones, teniendo en cuenta que el desarrollo vocal obedece a factores más allá de lo fisiológico como son, el ambiente cultural, familiar, factores hereditarios, emocionales y la posibilidad o no que haya podido tener un niño a la estimulación musical y vocal.
También es de gran importancia que se comprenda que muchas de las propuestas y estudios provienen de autores europeos, por tanto, en muchos casos es necesario adaptarlas al contexto y a las diferentes clases de músicas que se aborden. A continuación se expondrán algunas propuestas relacionadas con el aspecto técnico del canto:
Para Madeleine Mansion, las lecciones de canto infantil no deben durar más de media hora en dos o tres lecciones por semana y deben incluir ejercicios respiratorios que mejoran la oxigenación y la producción de la voz; de mejoramiento de postura; de articulación y pronunciación; de búsqueda de resonadores, para mejorar la resonancia de la voz1. Sugiere que los cursos de solfeo (lectura musical entonada) deben iniciarse siempre con ejercicios básicos de respiración y técnica vocal y recomienda buscar ayuda de un profesional en la voz en caso de detectarse dificultades en la emisión de las voces infantiles. Sostiene que del correcto desarrollo vocal en la infancia depende la calidad de la voz adulta.
La maestra Blanca Perla Carrasco Sánchez, música y pedagoga, docente del programa Despertando Sonrisas, de la Fundación ZOMA de México, creada en el año 2000 para atender a niños de bajos recursos en edad preescolar y educar desde la música, en su libro Formación Coral Preescolar, propone incluir en la formación vocal infantil: Relajación, Respiración, Audición e interiorización del sonido, Vocalización, Dicción y Aprendizaje de canciones tradicionales que sean de interés para los niños.
Relajación
Propone los siguientes ejercicios para antes de cantar:
  • Realizar lentamente movimientos de cabeza de un lado al otro y de arriba hacia abajo.
  • Elevar y bajar los hombros, alternando uno y otro. Echar los hombros hacia atrás y hacia adelante.
  • Extender los brazos hacia los lados, al frente, arriba y abajo.
  • Realizar ejercicios faciales, haciendo gestos, abriendo y cerrando la boca, inflando los pómulos.
Respiración
La maestra Carrasco (2013) explica que existen varios tipos de respiración:
  • Respiración vegetativa: es la natural, es refleja y no requiere de ningún esfuerzo.
  • Respiración clavicular: se realiza cuando se suben los hombros.
  • Respiración costal: cuando se ensanchan las costillas.
  • Respiración diafragmática: el diafragma desciende, aumentando el volumen del abdomen, que provoca la máxima dilatación pulmonar y es la mejor para cantar.
Propone los siguientes ejercicios:
  • 1 De pie y con los brazos estirados a lo largo del cuerpo
  • a Inhalar por la nariz, con la boca cerrada y sin subir los hombros.
  • b Detener el aire con boca cerrada sin forzar la garganta.
  • c Exhalar por la boca de forma natural.
  • 2 Con un gesto de susto o sorpresa, abrir la boca y con la sílaba ohhh, inhalar aire rápidamente. El diafragma se debe tensar hacia abajo y el vientre se expande hacia afuera.
Interiorización del sonido:
Propone escuchar un sonido, imaginarlo mentalmente (búsqueda en el oído interno) y luego cantarlo. Hacerlo con series de sonidos.
Vocalización
Se refiere a la realización de ejercicios con uso de vocales y sin consonantes. Usualmente se emiten todas las vocales sobre un mismo sonido que va cambiando. Se debe hacer teniendo en cuenta el manejo de la respiración, de la postura y con una abertura de la boca adecuada, que permita proyectar el sonido y mantenerlo.
Dicción
Se refiere al manejo, pronunciación y emisión clara de las palabras al cantar. Se recomienda hacer listas de palabras o ejercicios cantados con diferentes combinaciones de vocales y consonantes o con las palabras que estén incluidas en las canciones y que presenten alguna dificultad en su pronunciación.
La fonoaudióloga Marina Peña, realiza las siguientes sugerencias para mejorar la afinación en el canto infantil:
  • Aprendizaje de canciones en las que estén incluidos los rangos vocales de los niños.
  • Vocalizaciones por grado conjunto ascendentes y descendentes en ámbito de quinta modulando por semitonos en una extensión de sexta con vocales que permitan una mejor colocación del sonido en los resonadores superiores (i-u).
  • Práctica de vocalizaciones grupales que obliguen a sostener la emisión sobre una vocal.
  • Implementación de estrategias de corrección y práctica de la afinación de modo grupal e individual: muestra de la versión correcta y comparación entre versiones correctas e incorrectas y además, vocalizaciones con los sonidos o intervalos que presentan dificultad.
En relación con la afinación, según planteó el maestro Christophe Lazerges, sobre la propuesta pedagógica de Edgar Willems, si se quiere alcanzar un buen desarrollo vocal y musical, lo primero a abordar en el aprendizaje de una canción antes del texto, el ritmo y el movimiento, debe ser la melodía de las canciones.
En síntesis y de acuerdo a lo expuesto, la educación vocal infantil y la práctica del canto en la primera infancia, debe ser natural y sin forzar la voz (Ángel, 2015), cuidando la relajación, la respiración, la afinación, la dicción y articulación adecuada de las palabras, el reconocimiento de los resonadores a través de onomatopeyas, la correcta utilización de vocales y consonantes, el desarrollo del pensamiento y la memoria musical, y el desarrollo de una postura adecuada para cantar.
Aprendizaje de canción
Se hace un conjunto de sugerencias para el maestro de música, a partir de la experiencia, la formación y la práctica con canto infantil, que ha desarrollado quien escribe este artículo. El objetivo de estas sugerencias es centrar la actividad inicialmente en lo melódico, en el desarrollo vocal, en la percepción de las alturas y en el desarrollo de la memoria y el oído interno. Todas ellas pueden ser transformadas y adaptadas según la necesidad del contexto. A continuación se enumeran algunos pasos posibles a seguir:
Antes de encontrarse con los niños
  • Seleccionar la canción de acuerdo a la edad y al desarrollo vocal y del lenguaje, del grupo con el que se va a trabajar. Se sugiere que sean canciones sonoras, alegres y con un contenido melódico que permita un buen desarrollo vocal (melodías tradicionales o cantos populares infantiles).
  • Aprender la melodía y la letra de la canción de forma correcta y completa.
  • Realizar análisis general de las partes de la canción, en cuanto al contenido melódico y rítmico, que incluya reconocer los intervalos, los giros melódicos, si hay fragmentos melódicos que se repiten con diferentes textos, si la canción tiene estrofas y coro, si hay palabras difíciles y cuál es el contenido rítmico (este proceso se puede hacer de forma auditiva o escrita).
Con los niños:
  • Realizar ejercicios de estiramiento, respiración, calentamiento facial y de resonadores, producción de sonidos sobre vocales y consonantes cuidando el uso adecuado del diafragma (hay varios ejercicios indicados con anterioridad en este documento).
  • Presentar la canción, hablando de forma general sobre el tema de la misma (si es sobre un animal, sobre la naturaleza, sobre el río, etc.).
Las sugerencias 3, 4 y 5 tienen como objetivo que los niños escuchen y memoricen adecuadamente la canción, sin cantarla, ya que cantar la canción sin saberla, causa un aprendizaje inadecuado de la misma.
  • Cantar la canción completa, sin participación de los niños. Solo debe hacerlo el maestro.
  • Cantar de nuevo la canción completa sin participación de canto de los niños, pidiéndoles que presten atención a la historia que cuenta (desarrollo de la atención). Se escucharán sus opiniones.
  • Cantar por tercera vez, pidiendo a los niños que sigan la canción con la mente y la imaginación (desarrollo del oído interno). Aún no se canta.
  • Cantar por cuarta vez la canción, incluyendo a los niños, pidiéndoles que canten suave y escuchando al maestro. Se puede marcar el pulso con un movimiento. Se sugiere no hacerlo con las palmas porque cubren las voces.
  • Cantar los sonidos de la canción en forma de eco, es decir, canta primero el maestro y luego los niños, -los niños deben escuchar cuando canta el maestro-, utilizando sílabas como la, le, ne, no, ni, li, etc. En este momento no se utiliza el texto de la canción. Se comienza con frases, luego se unen y se forman estrofas.
  • Cuando se tengan claros los sonidos de la canción se realiza el aprendizaje del texto por frases y estrofas, en la forma de eco antes descrita.
  • Se canta toda la canción con los niños.
  • Para constatar que los niños han aprendido la canción se canta en forma circular y cada niño debe cantar una frase de la misma. En este proceso se podrá reconocer quiénes ya saben la canción, quiénes aún no tienen clara la afinación y quiénes no saben bien el texto. El maestro realizará las acciones que considere pertinentes para mejorar esta situación.
  • Se podrá pedir a los niños que quien lo desee y se sienta bien haciéndolo, cante la canción solo.
  • Cantar la canción marcando el pulso con palmas, con percusión corporal o con algún instrumento de pequeña percusión.
  • Después de tener aprendida la canción, el maestro podrá realizar experiencias de ritmo, movimiento, dramatización, velocidad, intensidad y todas las que considere adecuadas y pertinentes.
Selección de canciones
Sugerencias generales
Hay seis aspectos que se consideran importantes y se sugiere tener en cuenta al momento de realizar prácticas de canto y de abordar una canción y son: 1. realizar un diagnóstico general de las voces de los niños con quienes se va a trabajar, que permita obtener datos de forma general sobre aspectos como, extensión (tesitura) de las voces, es decir, sonidos graves y agudos que pueden cantar cómodamente, respiración, afinación y clasificación; y reconocer si todos los niños pueden alcanzar los mismos sonidos al cantar o si hay voces más graves o más agudas que otras; 2. Escoger canciones de acuerdo al desarrollo vocal y emocional de los niños; 3. Cuando no se encuentren canciones adecuadas a la extensión vocal de los niños, se sugiere utilizar la estrategia de cambiar el sonido más agudo o más grave por sonidos que hagan parte del mismo acorde, que estén dentro de la extensión de la voz y cuyo cambio no implique modificar el sentido de la canción. Esta estrategia es utilizada por muchos docentes de canto infantil; 4. Cuando se tiene una canción demasiado extensa melódicamente, se sugiere dividir el grupo en dos y con las voces más graves abordar la parte de la canción más grave y hacer lo mismo con los sonidos agudos; 5. Escoger canciones que agraden a los niños, teniendo en cuenta siempre el contexto y las músicas tradicionales; 6. En cuanto al contenido literario, se sugiere seleccionar canciones que estén relacionados con el mundo infantil y que correspondan a sus procesos naturales de desarrollo emocional y del lenguaje.
Repertorio
Para el desarrollo de la propuesta metodológica que surgió de la investigación, se buscaron canciones que hicieran parte del repertorio tradicional del suroccidente colombiano, que tuvieran algunos de los ritmos representativos de la región, entre ellos:
  • Bambuco
  • Pasillo
  • Caña
  • Guabina
  • Contradanza
  • Currulao
  • Rondas
  • Mazurka
  • Porro chocoano
  • Juga
  • Bunde
  • Jota
  • Makerule
  • Tamborito chocoano
  • Arrullos
  • Bambuco patiano
  • San Juanito
  • Huayno
  • Bambuco sonsureño
  • Las canciones seleccionadas fueron las siguientes:
Tabla 3.
Después de analizar las melodías de las canciones tradicionales seleccionadas en la investigación, se encontró que la gran mayoría no se ajustaba a los criterios melódicos planteados por Kodály y Orff, por lo tanto se decidió organizar las canciones obedeciendo al criterio de extensión melódica aproximada, planteada por Díez Martínez y por la clasificación de voces propuesta por Pilar Pascual Mejía (2010) tomando como referencia la voz media que va de do3 a sol3. En caso de ser necesario, cada docente cambiará la tonalidad de la canción, dependiendo del diagnóstico que haga con los niños, en relación con la tesitura de las voces (extensión).La organización de las canciones se basó en los siguientes criterios o categorías:
Edad. Rango de edad por años.
Tesitura. Entendida como la cantidad de sonidos graves o agudos que puede alcanzar un niño al cantar, de forma cómoda.
Intervalos. Las distancias entre los sonidos de las canciones.
Tonalidad. Escala musical original en que se encuentra la canción
Contenido literario: Letras que atiendan criterios relacionados con la edad y nivel de desarrollo del niño
Es fundamental aclarar que el criterio de edad no es determinante, toda vez que el desarrollo vocal, como se explicó, depende de factores culturales, familiares, hereditarios y de la oportunidad que haya tenido un niño o un grupo de participar en actividades adecuadas a su edad, de canto y estimulación musical 2.
Sugerencias de canciones para edades entre los cuatro y cinco años
Categorías
Tesitura: hasta la 5J.
Alturas: Do3 -. Sol3
Intervalos: 2M, 2m; 3M, 3m; 4J.
Contenido literario: letras que atiendan criterios relacionados con la edad y nivel del desarrollo del niño
Sugerencias de canciones para edades entre los cinco y seis años
Categorías
Tesitura: hasta la 5J.
Alturas: Do3 - La3
Intervalos: 2M, 2m; 3M, 3m; 4J y 5J
Contenido literario: letras que atiendan criterios relacionados con la edad y nivel del desarrollo del niño.
Tabla 5. Canciones para niños de 5 a 6 años
Sugerencias de canciones para edades entre los seis y ocho años
Categorías
Tesitura: hasta la 8J (9M, 9m).
Alturas: Do3 a Do4
Intervalos: 2M, 2m; 3M, 3m; 4J; 5J; 6m, 6M; 7m, 7M; 8J.
Contenido literario: letras que atiendan criterios relacionados con la edad y nivel del desarrollo del niño
Tabla 6. Canciones para niños de 6 a 8 años
El propósito de los cuadros es aportar claridad sobre el contenido melódico de las canciones, también representan el análisis que se sugiere realizar en el proceso de selección de repertorio para un grupo determinado de edad o de características vocales. Se considera fundamental realizar este análisis, ya que muchas de las canciones que se asumen como repertorio de canto infantil no lo son en cuanto a su extensión sonora, muchas de ellas no tienen en cuenta los desarrollos vocales de los niños y aunque tengan un texto apropiado para ellos, sobrepasan el alcance de sus voces y no pueden ser cantadas de forma adecuada, afectando el funcionamiento normal de su voz y de su forma natural de cantar.
Para finalizar, es importante insistir en la realización de una práctica de canto infantil adecuada a la edad, contexto, desarrollo e intereses de los niños, reconociendo además del aspecto recreativo y lúdico, las posibilidades formativas a nivel emocional, social, cultural, vocal y musical, recordando que el canto es la base en gran medida de los desarrollos musicales posteriores y que es uno de los medios más importantes de expresión y comunicación del ser humano.
Resumen
Main Text
Introducción
¿Qué es la primera infancia?
La educación musical en la primera infancia
Caracterización de las voces infantiles hasta los ocho años
Propuestas de canto infantil de diferentes pedagogos
Consideraciones generales sobre las prácticas de canto infantil
Selección de canciones